Desafíos de la regulación del sector de las telecomunicaciones

Intervención de nuestro director, Juan Delgado, en la mesa redonda, organizada por la ETSIT UPM, sobre los Desafíos de la Regulación en el Sector de las Telecomunicaciones, celebrada en Madrid el 13 de Septiembre de 2023.

 

En la presente intervención voy a presentar tres retos que afronta el sector de las comunicaciones electrónicas y a evaluar las respuestas regulatorias a los mismos. El primero de los retos, la creación de un mercado interior europeo,  no es nuevo y constituye un obstáculo a la creación de grandes operadores paneuropeos. Los otros dos retos, la creciente necesidad de conectividad global y el auge de los proveedores de servicios independientes, persiguen promover la innovación y la competencia facilitando la prestación de nuevos servicios a través de las redes de telecomunicaciones.

 

EL MERCADO INTERIOR EUROPEO 

 

A pesar de los esfuerzos de la regulación por avanzar en la construcción del mercado interno, los mercados de comunicaciones siguen siendo básicamente nacionales. En contraste con los Estados Unidos, donde tres operadores acaparan más del 90% de los usuarios (AT&T, T-Mobile y Verizon), en Europa existen centenares de operadores, pero estos no operan en el mismo mercado y no compiten entre ellos. Incluso aquellos operadores que operan en varios países como Vodafone (que opera en una docena de países europeos), Orange (ocho países), Deutsche Telekom (nueve países) o Telefónica (tres países) lo hacen mediante unidades operativas distintas y compiten a nivel nacional con otros operadores que sólo operan en el país correspondiente.

 

La reciente ola de consolidación del sector de las telecomunicaciones en Europa ha sido eminentemente de ámbito nacional. Como consecuencia de tal proceso, se ha reducido el número de operadores en distintos países, pero ello no ha conllevado la aparición de actores paneuropeos. Esta consolidación del sector corre el riesgo de disminuir la competencia a nivel nacional sin contribuir a la creación de grandes operadores paneuropeos. Por ello, la creación de un mercado interior europeo de comunicaciones sigue siendo una asignatura pendiente.

 

INTERNET DE LAS COSAS Y LA NECESIDAD DE CONECTIVIDAD GLOBAL 

 

Conectividad global e inversiones

 

La mitad de los doscientos millones de suscripciones móviles de AT&T en USA corresponden a dispositivos conectados. En los últimos años, la demanda de conectividad global entre dispositivos ha crecido exponencialmente. Como consecuencia, la conectividad global requiere de grandes inversiones para aumentar la densidad de las redes y garantizar la continuidad de la conectividad en cualquier localización. Por ejemplo, la tecnología 5G puede llegar a requerir multiplicar por tres el número de estaciones base y reducir a la mitad la distancia entre estaciones base en zonas urbanas. Esta necesidad de inversiones adicionales puede suponer una barrera a la entrada de nuevos operadores o a la expansión de los operadores existentes por lo que, en este caso, el progreso tecnológico podría suponer una reducción de la competencia.

 

La nueva Ley General de Telecomunicaciones (LGT) promueve el uso compartido de las redes mediante la co-inversión en infraestructuras (artículos 19 y 20 de la LGT) y mediante las obligaciones simétricas de acceso a las infraestructuras locales para evitar la duplicación ineficiente de las inversiones (artículo 55.8 de la LGT).

 

Ello supone un cambio de paradigma de la regulación el foco regulatorio hasta ahora se había centrado en la eficiencia estática, es decir, en facilitar el acceso a las instalaciones existentes, mientras que el nuevo código persigue también estimular la inversión en nuevas redes y tecnologías promoviendo la eficiencia dinámica.

 

La nueva LGT parece decantarse hacia la promoción de la inversión en nuevas infraestructuras, relegando la regulación del acceso a un segundo plano, aunque la elección final sobre los instrumentos en cada caso se deja en manos de los reguladores nacionales.

 

Complementariedad entre redes y tecnologías y la neutralidad tecnológica de la regulación

 

La innovación tecnológica ha eliminado las barreras entre mercados y servicios de comunicaciones. Las redes fijas y móviles son complementarias para la provisión de servicios que requieren de conectividad global.

 

Por ejemplo, los vehículos autónomos necesitan estar conectados a la red de forma continua para la toma de decisiones instantáneas. Esta conectividad puede realizarse simultánea y/o alternativamente con redes fijas y móviles, pero es imprescindible que la transición de unas a otras sea automática e imperceptible.

 

El nuevo marco regulatorio reconoce la complementariedad de las redes fijas y móviles y profundiza en la neutralidad tecnológica de la regulación como instrumento para eliminar obstáculos regulatorios a la prestación de servicios y fomentar la competencia (artículo 93 de la LGT).

 

De forma novedosa, el nuevo marco incluye dentro de su ámbito la gestión y el uso del espectro radioeléctrico por parte de todas las redes de comunicaciones electrónicas.

 

LA DESINTEGRACIÓN VERTICAL DE REDES Y SERVICIOS, Y EL AUGE DE LOS PROVEEDORES DE SERVICIOS INDEPENDIENTES

 

El auge de los proveedores independientes de servicios y contenidos que hacen uso de las redes y servicios de los operadores de comunicaciones para proveer sus servicios y que, a su vez, compiten con tales operadores. Este desarrollo requiere, por un lado, coherencia entre la regulación de las comunicaciones electrónicas y de los servicios digitales para promover la innovación y el acceso a nuevos servicios y, por otro, el establecimiento de cortafuegos necesarios para garantizar un “juego limpio” y una competencia efectiva entre operadores de comunicaciones y proveedores independientes de servicios.

 

La nueva LGT persigue por un lado garantizar que los servicios tradicionales no estén sujetos a un régimen regulatorio más estricto que los servicios nuevos (artículos 18.3 y 98.3 de la LGT) y, por otro, que los titulares de las redes no favorezcan a sus servicios en perjuicio de otros proveedores independientes de servicios similares, y que promuevan la competencia efectiva entre sus servicios y los servicios de tales proveedores independientes (artículo 18.1 de la LGT).

 

Sin embargo, no existe un vínculo explícito entre la regulación de las comunicaciones electrónicas y la nueva regulación de los mercados digitales. Dadas las obvias conexiones entre ambos mercados, cabría esperar que la regulación internalizase su carácter complementario y persiguiera explotar las sinergias entre ambos sectores.

 

La regulación de las comunicaciones electrónicas debe garantizar el acceso a nuevos servicios y promover la innovación y la competencia entre los mismos. El carácter instrumental de las redes y servicios de telecomunicaciones en la provisión de servicios digitales debe ser reconocido por la regulación para maximizar los beneficios derivados de la digitalización.

 

Las opiniones expuestas en el presente texto son personales y no representan el punto de vista de GAMES Economics.

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